Cómo tomar las riendas de nuestra alimentación (y no morir en el intento)

Diet girl

¿Sientes que tus hábitos alimenticios están un poco fuera de control?¿Consigues bajar algo de peso y luego vuelves a recuperarlo? ¿Tu batalla contra la comida es porque, en realidad, sólo deseas llevar una alimentación “normal”? Aquí te dejamos algunos tips para que vuelvas a tomar las riendas de tu dieta.

Es muy común encontrar aquellas personas que, con toda liviandad, aseguran “comer y no engordar”. Por lo general, estas personas no dedican muchos de sus pensamientos ni de sus energías a la cuestión de la alimentación. Sencillamente comen cuando tienen hambre, eligen la comida que realmente les apetece, y dejan de comer cuando se sienten satisfechos. Parece muy simple y lógico. Pero para muchos otros no lo es.

Si todas las batallas contra tu cuerpo y tu alimentación tienen como denominador común el deseo de alcanzar una alimentación “normal”, hay algo que debes saber: no existe una alimentación normal en sí misma, en tanto la norma es siempre diferente para cada persona. El camino más seguro y directo para acercarse a una alimentación equilibrada es abandonar las dietas rígidas y prohibitivas, para empezar a sintonizar con nuestro cuerpo y hacerle caso a nuestros propios registros de hambre. Tú eres el único que sabe lo que implica una alimentación normal para ti.

Haz el ejercicio de recordar aquellos años en los que tus ingestas de comida no representaban un problema para ti. Quizás debas retrotraerte a la universidad, o incluso a la infancia. La mayoría es capaz de recordar aquel momento en que la alimentación no significaba un tema de mayor importancia y, naturalmente, mantener un peso estable era algo posible. Para ese entonces, ¿qué comida elegías? ¿Cuál descartabas? ¿Preferías tres comidas copiosas o pequeños refrigerios en su lugar? Tienes más pistas te este tema en nuestro blog.

Hacer dieta o no hacerla

Debemos entender que nuestro cuerpo es sabio, más sabio que cualquier dieta milagrosa de moda. Nadie más que él sabe cuándo, qué y cuánto comer. Sin embargo, a causa del bombardeo constante de información respecto a qué comer y qué evitar (en qué horarios y cuántas veces por día/semana/mes), dejamos de prestarle atención a las señales que nos envía. Para alcanzar una dieta consciente, es fundamental volver a sintonizar con nuestro cuerpo. Aquí te desvelamos algunos consejos para ello.

  • Durante dos días, come sólo cuando sientas hambre. Acepta el reto de alimentarte únicamente cuando tu cuerpo te lo pida. Estamos tan acostumbrados a comer a determinadas horas del día, que ignoramos por completo las señales de nuestro organismo. A veces incluso, olvidamos lo que implica sentir hambre. Haz el intento durante dos días de comer únicamente cuando te sientas verdaderamente hambriento (y no cuando te encuentres aburrido).
  • Muchas veces, la dificultad para llegar a una alimentación consciente viene dada por el lado de las restricciones. Es muy común que en nuestra batalla por perder / mantener nuestro peso, eliminemos por completo ciertos alimentos hipercalóricos como los dulces y los carbohidratos. El problema es que, mientras mantengamos esa “lista de indeseados”, lo único que lograremos es pensar más y más en ellos. Las reservas impuestas al placer, incitan el placer de vivir sin reservas. Entonces, la alternativa es aprender a manejar la ansiedad y empezar a relacionarse con aquellos alimentos “prohibidos” de un modo más sano.Si tu perdición son los chocolates, entonces cómprate el que más te guste y aprende a reservarlo para aquel momento en que tu cuerpo realmente te lo pida. La certeza de que podrás comer aquello que te produce placer cada vez que sientas muchos deseos de hacerlo (siempre en porciones razonables), hará que bajes tu grado de ansiedad y puedas empezar a tomar el control sobre tu ingesta diaria. Encuentra en nuestro blog maneras de relacionarte con esos alimentos «prohibidos».
  • Finalmente, para ganar esta batalla, debes estudiar tu cuerpo. A no todas las personas la comida les sienta de la misma forma. Es fundamental que descubras cuáles son los alimentos que te producen mayor placer, cuáles menos, cuáles son aquellos que te dan energía y cuáles te la quitan. Si estás permanentemente buscando alternativas a tu comida bajas en calorías todos los días, entonces no estás obteniendo el suficiente placer en tu ingesta diaria.Quizás necesites agregar algo de proteínas o de grasas saludables a tu menú diario, siempre en porciones razonables. Asume la tarea de detectar cuáles son aquellos sabores que te reaniman y cuáles te hacen arrugar el ceño, y empieza a incorporar unos y a eliminar otros con la certeza de que únicamente alcanzarás un peso estable y saludable si dejas de batallar contra la comida y empiezas a relacionarte con ella de un modo más sano.

¿Quieres consejos extra? Visita el siguiente artículo del blog.

 

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